viernes, 27 de mayo de 2016

Buenas actitudes


1 Samuel 18:5-16.

“5 Y salía David a dondequiera que Saúl le enviaba,  y se portaba prudentemente.  Y lo puso Saúl sobre gente de guerra,  y era acepto a los ojos de todo el pueblo,  y a los ojos de los siervos de Saúl.
6  Aconteció que cuando volvían ellos,  cuando David volvió de matar al filisteo,  salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando,  para recibir al rey Saúl,  con panderos,  con cánticos de alegría y con instrumentos de música. 
7  Y cantaban las mujeres que danzaban,  y decían:
 Saúl hirió a sus miles,
 Y David a sus diez miles.
8  Y se enojó Saúl en gran manera,  y le desagradó este dicho,  y dijo:  A David dieron diez miles,  y a mí miles;  no le falta más que el reino.
9  Y desde aquel día Saúl no miró con buenos ojos a David.
10  Aconteció al otro día,  que un espíritu malo de parte de Dios tomó a Saúl,  y él desvariaba en medio de la casa.  David tocaba con su mano como los otros días;  y tenía Saúl la lanza en la mano.
11  Y arrojó Saúl la lanza,  diciendo:  Enclavaré a David a la pared.  Pero David lo evadió dos veces.
12  Mas Saúl estaba temeroso de David,  por cuanto Jehová estaba con él,  y se había apartado de Saúl;
13  por lo cual Saúl lo alejó de sí,  y le hizo jefe de mil;  y salía y entraba delante del pueblo.
14  Y David se conducía prudentemente en todos sus asuntos,  y Jehová estaba con él.
15  Y viendo Saúl que se portaba tan prudentemente,  tenía temor de él.
16  Mas todo Israel y Judá amaba a David,  porque él salía y entraba delante de ellos.”

Cuando comienzas a prosperar y a ser bendecido por el Señor es normal que mucha gente se ponga en tu contra. Los que antes te solicitaban se pueden volver en los primeros detractores. A David le hicieron una canción, lo pusieron en alto, pero por otro lado tenía a Saúl que quería matarlo por el desprecio que le despertó tanta admiración de la gente de su pueblo.

Que pase de otros hacia tu vida, aunque no nos guste, como dijimos es normal, pero lo malo es cuando nosotros nos volvemos así, perdemos la cordura por envidia y celos de lo que Dios está haciendo en algún amigo o compañero de ministerio.

Las actitudes de Saúl fueron:
·      Celos
·      Envidia.
·      Soberbia.
·      Odio

Este hombre despertó todos los malos sentimientos en su vida, y muchas veces nosotros también frente al triunfo de los demás adoptamos esa misma manera de ser, una o todas estas facetas, como un gran un combo completo de “Mc Donalds”.

Nunca nos convirtamos en  personas que miden su vida y resultados por lo que otros hacen. No dejemos que la envidia o los celos se transformen en algo conductivo para nosotros, que se lo que nos impulse en las acciones del diario vivir como le pasó a Saúl:

·      Tenía una profunda Envidia hacia David por lo que estaba logrando.
·      Odio a David por ser una persona admirada por el pueblo.
·      Tenía celos por como la gente lo trataba.
·      Fue soberbio porque no quiso rendirse a Dios cuando se equivocó.

Cuando nos comparamos con otros empequeñecemos las grandes cosas que Dios ha hecho por nosotros, somos únicos e irrepetibles ¿por qué razón dejaríamos que el éxito de otros nos haga mal? El Señor también tiene preparada muchas cosas buenas para nosotros.

Debemos someternos a la manera de pensar de Dios cuando las personas se vuelven odiosas contra nosotros, y nunca convertirnos como ellos, es por eso que la Palabra dice: Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos (Jeremías 15.19). Si permitimos que todo mal sentimiento sea expulsado de nuestras vidas caminaremos en paz.

Abrirle la puerta a las malas actitudes también le abre la puerta al enemigo, es por eso que Saúl era atormentado también por un espíritu maligno (1 Samuel 18: 8-29). También nos habla el apóstol Pabl en Romanos (1.28-32) como hay personas que no tienen en cuenta a Dios pueron entregados a una manera de pensar reprobada, llenos de envidia, altivez, engaños, perversidad, etc. Hermanos no podemos dejar que ningún mal pensamiento ocupe nuestro corazón, es importante que mantegamos nuestros ojos puestos en el Señor que será el quien nos llevará por caminos de éxitos.

¿Que hizo David, cual fue el corazón que adoptó tener frente a las reacciones de Saúl? la Biblia nos dice que fue prudente, es decir que era una persona medida en todo lo que hacía, tranquilamente podía vengarse poniendo a todo el pueblo en contra del Rey, pero sin embargo nunca lo hizo así.

La palabra nos habla de ser personas honestas, como dice en Romanos 13.13 “Andemos como de día,  honestamente;  no en glotonerías y borracheras,  no en lujurias y lascivias,  no en contiendas y envidia,”, antes de acusar las deshonestidades de otros, tenemos que ver si es que no hay nada de eso en nuestro interior, por eso la honestidad tiene que ser primero con nosotros mismos, por el Apóstol Pablo decía:  en 1 Corintios 11.31 “Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros,  y muchos duermen. Si,  pues,  nos examinásemos a nosotros mismos,  no seríamos juzgados” y el apóstol Juan decía: “Si decimos que no tenemos pecado,  nos engañamos a nosotros mismos,  y la verdad no está en nosotros.”. También Pedro suma enseñándonos: en 1 Pedro 2:1-3 “Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones, desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, 3 si es que habéis gustado la benignidad del Señor”. ¿Que más podríamos añadir? No es conveniente que ningún mal pensamiento, deseo, sentimiento o actitud tome lugar de gobierno en nuestro corazón porque seguramente causará grandes daños en nuestra vida.

No dejemos que los odiosos tampoco nos saquen de foco y nos hagan salir del propósito, que hubiera pasado si David usaba su popularidad para vengarse o perjudicar al rey Saúl, quizás no estaríamos hablando de él como un héroe de nuestra fe, por eso tengamos en cuenta lo que dice Santiago 4:6 “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” Y más con lo que se nos enseña en Hebreos 13:5: “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré”. Tengamos fe si hay alguien en contra de nosotros el Señor nos defenderá y si somos mansos y humildes también seremos levantados como fue David.

Pastor Ariel Monzón




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