martes, 11 de agosto de 2015

METODO RAPIDO PARA QUE TODO EL MUNDO TE AME




Muchas veces aún queriendo hacer el bien por los demás, caemos en situaciones difíciles donde te ganas enemigos. Voy aprendiendo algunas lecciones de la vida y del liderazgo que no puedo desperdiciar, las debo compartir.
Un líder es un transformador, es alguien decidido a ponerle la cara a la adversidad, a mantenerse en la verdad y mostrar un camino para otros.

Me doy cuenta que muchos quieren que la gente los ame, no quieren problemas, no quieren críticas. Son los que no quieren lidiar con momentos complicados que les genera el estar enfrentado con alguien. Por este motivo escribí tres sencillos pasos para que todo el mundo los ame:

1. Nunca contradigas a nadie.
Una buena forma de caerle bien a la gente es no contradiciendo lo que ellos dicen, aunque esté mintiendo. Un mentiroso tiene un negocio detrás de la farsa, para que negar algo que te puede provocar problemas, mejor hay que dejarlos pasar.

2. Nunca intentes cambiar a un terco.
Hay personas que ni siquiera toleran que les cambien los muebles de lugar, imagínate si intentas cambiar algo que tiene que ver con su persona. Es perjudicial para la salud intentar ser un transformador de algo.
Por más que a algunos le va mal, no quieren reconocer que tienen que cambiar. Por tu bien no intentes ser el que quiere cambiarlos, no te los ganes como enemigos.
Dicen por ahí que ya no estamos en tiempos de cambios, sino de sostenerse a cualquier precio. No muevas nada de lugar, no intentes cambiar a alguien testarudo, ni siquiera hagas cambios en tu vida y no inquietarás a nadie y a todos les caerás bien.

3. No seas de los que tienen principios y valores.
No tengas muchos principios inquebrantables, y que tus valores no sean tan firmes, eso puede traerte problemas. Tenerlos puede provocar que en algún momento tengas que apartarte de gente, ponerte en la vereda opuesta por la que caminan esas personas que si los contradices mañana se pueden volver tus enemigos, y quizás te odien por tener valores. ¿para qué? Ya terminó el tiempo de los idealistas y los revolucionarios, ahora es el tiempo de la obsecuencia.


¿Cual es mi manera de pensar?
Veo en la Biblia lo que Jesús nos enseñó con palabra y con su vida. El nunca quiso y no intentó quedar bien con todos, aunque si su mensaje era para todos.

Jesús declaró: No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. (Mateo 10.34).

El no se refería a violencia física, sino a división de pensamiento y valores. Hoy el evangelio necesita personas con los principios firmes y que tengan carácter.
No importa cual sea tu temperamento, lo que importa es que lo que creas lo mantengas aún en las adversidades.
Ser del Reino implica que tengas que confrontarte a personas que tal vez en un tiempo te amaron pero hoy, por lo que crees, ya dejarán de hacerlo.

¿Qué hacemos nosotros? Si, amamos a las personas, los apreciamos y aunque algunos se transformen en nuestros enemigos, cumplimos la palabra. De ninguna manera es sencillo, pero es necesario. No por nosotros, sino por el evangelio que Jesús predicó y hoy tiene que seguir teniendo voz por medio de nosotros.



 Ariel y Lorena Monzón

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